miércoles, julio 15, 2009

Buena descripción de los abogados

"Sabiendo quién era el escribano de la causa enviéle a llamar con un picarillo. Vino, metíle en un aposento, y empecéle a decir (después de haber tratado de la causa) cómo yo tenía no sé que dinero; supliquéle que me lo guardase, y que en lo que hubiese lugar favoreciese la causa de un hijodalgo desgraciado que por engaño había incurrido en tal delito.

-Crea V. Md. -dijo, después de haber pescado la mosca-, que en nosotros está todo el juego, y que si uno da en no ser hombre de bien puede hacer mucho mal. Más tengo yo en galeras de balde, por mi gusto, que hay letras en el proceso. Fíese de mí y crea que le sacaré a paz y a salvo.

Fuese con esto y volvióse desde la puerta a pedirme algo para el buen Diego García, el alguacil, que importaba acallarle con mordaza de plata y apuntóme no sé qué del relator, para ayuda de comerse cláusula entera. Dijo:

-Un relator, señor, con arcar las cejas, levantar la voz, dar una patada para hacer atender al alcalde divertido, hacer una acción, destruye a un cristiano.

Dime por entendido y añadí otros cincuenta reales, y en pago me dijo que enderezase el cuello de la capa, y dos remedios para el catarro que tenía de la frialdad del calabozo, y últimamente me dijo, mirándome con grillos:

-Ahorre de pesadumbre, que con ocho reales que dé al alcaide, le aliviará; que esta es gente que no hace virtud si no es por interés."

("Historia de la vida del Buscón don Pablos", Libro Tercero: Capítulo IV: "En que trata los sucesos de la cárcel, hasta salir la vieja azotada, los compañeros a la vergüenza y él en fiado").

2 comentarios:

Pepe Grillo dijo...

Estimado, buenísimo blog (Llegué a él, porque buscaba el profe que hace un ramo del magíster de 5º de la UAI en Stgo).

Yo tengo otra descripción de nuestra profesión, que leí en otro blog. Y dice, más o menos, así:

"Hay únicamente dos clases de oficios en el mundo: los que ya existían cuando éramos inocentes, y los que no. En un mundo inocente habría payasos, putas, ebanistas, dibujantes y panaderos. Y no habría (por innecesarios) ni policías, ni abogados, ni árbitros de fútbol, ni políticos populistas. Aquéllos oficios, los nobles, están ligados a nuestras necesidades básicas; éstos, en cambio, surgieron por culpa de la degeneración, de la trampa y del caos. Los impuros son oficios que están aquí no desde siempre, sino desde que el mundo es una mierda.

Cuando éramos inocentes necesitábamos reír, comer, sentarnos, viajar, soñar y que nos chuparan la pija. Y por eso teníamos payasos, panaderos, carpinteros, caballos, músicos y putas. No hacía falta más. ¿Qué pasó entonces? Posiblemente ocurrió el primer conflicto. No sabemos cuál, pero podemos imaginarlo. El payaso hizo un chiste que ofendió al carpintero. O el panadero le vendió al músico medio kilo de pan diciendo que eran tres cuartos. O la puta no quiso acostarse con el caballo. Algo de eso".


Saludos

Samuel Carrasco Ramírez dijo...

Saludos, estoy tratando de encontrar la mayor cantidad de blogs de estudiantes de derecho.
Interesante descripción la anterior pero tratando de rescatar lo bueno (¡Dios nos libre!) diría que el hombre en realidad no sería tan feliz sin nosotros. La malicia es algo intrínseco y, desenfrenada, es tan peligrosa que llega a ser fatal.